sábado, 6 de diciembre de 2008

Minerales y Estrés

Los minerales son una familia bellamente unida. Algunos se niegan a trabajar, salvo que estén acompañados o en equilibrio con otros, por lo que muchas veces se les mencionan juntos.

Calcio y fósforo. Juntos consiguen mejorar la claridad mental y la fortaleza nerviosa. El estrés disminuye las reservas de calcio. Este mineral es esencial para el corazón y necesario para la coagulación normal de la sangre. Cuando el estrés desgasta el cuerpo, el calcio es un agente que acelera su recuperación. La absorción de calcio es difícil, y depende de las cantidades adecuadas de vitamina D, proteína, vitamina C y azúcares naturales de la dieta.

Magnesio. Es un tranquilizante natural y su deficiencia produce irritabilidad nerviosa y depresión. El corazón lo necesita para latir con regularidad. El calcio necesita el magnesio para que sea asimilado por el cuerpo, y debe haber un equilibrio entre estos dos minerales para garantizar la función óptima de ambos.

Hierro. Actúa como un resistente natural al estrés y previene el sentimiento de decaimiento y la susceptibilidad a las enfermedades que acompaña al estrés. El hierro ayuda a transportar el oxígeno de los pulmones a las células nerviosas. Pero recuerda, que al igual que todos los minerales, debe ingerirse preferentemente en forma natural (a través de los alimentos) para que el cuerpo lo utilice bien.

Cobre. Es otro ejemplo de feliz matrimonio: el hierro sólo se absorbe si lleva consigo cobre. La mayoría de los alimentos que contienen hierro también contienen la cantidad adecuada de cobre. Es un elemento crucial para el sistema nervioso, y de hecho se encuentra en el cerebro, los riñones y el hígado.

Como ya conoces las sustancias básicas que necesita tu cuerpo para eliminar el estrés, próximamente te comentaremos ocho alimentos concretos que, por contener dichas sustancias, deberás incluir en tu dieta anti-estrés.

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